Sin lugar a dudas, luego de nuestra derrota Presidencial, la Concertación y el Partido Radical recibieron un fuerte golpe.
Era inesperado para nosotros que luego de 20 años de Gobierno, con una Presidenta con aprobación superior al 80%, con un Gobierno bien evaluado y con los cambios profundos realizados en la sociedad, finalmente las chilenas y chilenos no nos dieran su confianza electoral.
No podemos eludir nuestra responsabilidad, cometimos errores y además no nos dimos cuenta a tiempo que la sociedad que habíamos construido no era la misma de hace unos años, que habíamos subido las expectativas de nuestro país y habíamos cambiado los rasgos más profundos de la sociedad chilena.
Entre estos cambios positivos, fue que la ciudadanía se empoderó, fue más exigente y sus parámetros de acción cada día más abundantes.
Ya no bastaba hacer más de lo mismo, sino que se necesitaba un cambio profundo en nuestras políticas. Abordar con fuerza el desarrollo y progreso de la clase media, hacer un cambio integral de la educación, reforzar las libertades públicas, etc. Uno de los errores más caros es el haber mantenido una estructura que fue acrecentando las desigualdades de nuestra sociedad.
A esto sumamos la elección de nuestro candidato a la Presidencia de la República, en un proceso de fuerza y presión, más que de diálogo y debate, fue un grave error político. En fin, hay muchas razones por las cuales no logramos ganar las elecciones Presidenciales, tiempo hay para hacer los análisis.
En esa línea, no podemos quedarnos sólo en el diagnóstico general, sino también analizar cuál fue nuestra actuación como Partido, como parlamentarios y como militantes durante los años en los cuales gobernamos.
Aquí debemos ser honestos y declarar sin vacilaciones que nosotros también tenemos una cuota importante de responsabilidad, al no haber sido capaces de mostrar el camino de la renovación y el cambio al interior de la Concertación.
En nuestra defensa podemos señalar que muchas de las cosas que planteamos, sino todas, no fueron escuchadas por quienes gobernaban, nuestras opiniones probablemente no eran las más aceptadas por quienes tomaban las decisiones.
Así fue en materias de Educación, Salud, en los temas de los Jubilados, Profesores etc.
Esta sordera tiene una razón y no debemos cerrar los ojos para darnos respuesta, no fuimos escuchados porque el Partido era el más pequeño de la coalición y porque algunos de nuestros representantes ante el Gobierno tenían agenda propia y no partidaria.
EL PARTIDO CON LOS ALIADOS.
Nuestro caminar al interior del conglomerado nunca ha sido fácil. Somos fundadores de la coalición, sin embargo, nuestro caminar al interior de la coalición nunca ha sido fácil, somos fundadores de la Concertación, pero nunca tuvimos los mismos derechos. Creamos una realidad un tanto molesta.
Por eso es que en varias ocasiones se intentó por diversos caminos hacernos desaparecer, eso se reflejó en las dificultades que siempre enfrentamos respecto a nuestra capacidad de competir en los actos electorales, se vio en que muchas ocasiones nos vimos solos frente al electorado.
Cuando asumí la presidencia del Partido señalé que íbamos a actuar como uno más, que haríamos valer nuestros derechos como parte de la coalición.
Nuca fue fácil, sin embargo, estoy convencido que intentamos en nuestras relaciones políticas darle dignidad a nuestra participación como Partido y no tener que aceptar que éramos unos invitados a la mesa, sino que teníamos el derecho a opinar y participar de ella.
Esto naturalmente nos significó roces y problemas al interior de la coalición.
Muchas veces estuvimos en desacuerdo con decisiones de gobierno y cuando manifestamos que en las elecciones de concejales no íbamos a permitir que ellos decidieran qué candidatos y cuántos candidatos llevábamos, que esa era una decisión nuestra y que tendríamos representación en todas las comunas del País, nos miraron con incredulidad y no creyeron que fuéramos capaces de afirmar un pacto de listas separadas dentro de la Concertación.
Lo hicimos así y creo que el resultado final no fue malo para nuestro Partido, logramos una buena votación, aunque algunos hagan la diferencia entre independientes y votación del Partido. Finalmente logramos una votación que nos acercó al 7% del electorado.
Por lo anterior, nuestra relación con el Gobierno se tornó muy difícil. Finalmente, sumando y restando, tengo la convicción que al menos logramos tener una postura firme que dignifico al Partido, y que no tuvo necesidad de llegar a las formas habituales de hacer política, que era recibir un poquito más de las migajas que nos ofrecían siempre.
¡¡Llevamos candidatos a Concejales en todas las comunas del País!!!!
Luego vino el proceso de elección del candidato a la Presidencia de la Coalición.
¿Cuál era la postura de los aliados? No había otros candidatos que los que surgieran del PS, DC o PPD.
El Partido Radical no existía para ellos.
El Partido Radical no tenía velas en este entierro. Sin embargo, se produjeron los primeros errores de conducción de la coalición: se ninguneó no sólo al PR sino a otros candidatos o militantes de partidos como el senador Alejandro Navarro, Jorge Arrate y Marcos Enríquez-Ominami. Las relaciones al interior de la coalición estaban extremadamente tensas por esta situación y hasta aquí el PR no tenía mayor importancia. Sin embargo, se cayeron los candidatos IMPORTANTES y quedaron sólo los chicos, aquellos que valían poco de acuerdo a los parámetros de los dirigentes políticos que resolverían esto, que lógicamente eran los tres “PARTIDOS GRANDES”.
No obstante, resistimos la andanada y resolvimos participar en las primarias “reguladas” y “acotadas”.
Nadie daba por nosotros un solo peso, pensaban que nos arrasarían y moriríamos finalmente como dirigentes y como Partido, no obtendríamos mas del 10% de los votos. Finalmente no fue así. Obtuvimos una buena votación, probamos que estábamos vivos y que éramos una real fuerza política y competitiva. Aquí el Partido no actuó unido, hubo varios de nuestros connotados militantes que miraron esto como una locura, y decían que llevaríamos a nuestra colectividad al desastre.
Finalmente, podemos decir que hicimos un acto de dignidad del Radicalismo, pues fuimos atacados por todos los frentes, desde el Gobierno hasta todos los partidos de la Concertación.
Sin embargo, estoy seguro que sin las camisas de fuerza que impusieron los aliados, finalmente habríamos ganado la nominación en elecciones competitivas.
Sino, ¿Por qué Marcos Enríquez Ominami obtuvo esa votación? Porque las formas y maneras de la Concertación fueron equivocadas.
ERRORES COMETIDOS
Todo lo bueno o malo que se haya hecho durante este periodo es nuestra responsabilidad. Creo que tuvimos aciertos y creo que cometimos errores. Todos estamos expuestos a ellos. Lo importante es reconocerlos y no volver a cometerlos.
Nuestro equipo no realizó labores en trabajo orgánico o en desarrollo partidario, sino que nos dedicamos más bien a potenciar las relaciones políticas nacionales.
Es importante en esta crítica señalar que el trabajo político y el desarrollo de las actividades estaban siempre muy confundidas con los cargos y puestos en el Gobierno. Estábamos muy atados a que nuestros militantes estuvieran vinculados al Gobierno y no al trabajo partidario.
De todos nuestros militantes en cargos de Gobierno Nacional y Regional, no sacamos liderazgos que nos permitan hoy mostrar caras nuevas y que nos permitan tener certeza de un desarrollo político nuevo y moderno. Nombramos funcionarios, pero a la hora del sacrificio partidario, del trabajo cotidiano o el sacrificio de representar al Partido en las elecciones, muchos de ellos se restaron.
Nuestro resultado eleccionario en las parlamentarias no fue bueno.Teníamos 7 diputados electos y logramos reelegir a 5. Teníamos tres senadores y perdimos a dos de ellos (que no fueron electos en cupo radical).
De los candidatos nuevos, que llevamos en diversas regiones, no tuvimos un buen resultado. Algunos critican que dispersamos esfuerzos.
Es posible, pero ninguno de los candidatos fue impuesto, fueron candidatos pedidos por los regionales y candidatos que señalaban tener opciones.
¿Por qué a los Radicales no nos va bien en las elecciones?
La respuesta es muy clara y precisa: los candidatos no se improvisan ni pueden ganar si se van a sus regiones tres meses antes de las elecciones. Los candidatos deben estar trabajando a lo menos dos años antes en el lugar que quieren representar.
Este problema es permanente en la coalición, porque al Partido le entregan los cupos que sobran. Con excepción de esta última negociación que llevamos candidatos en los lugares que los Regionales solicitaron.
Ahora esto no nos puede volver a pasar, tenemos que tener nominados a nuestros candidatos a Alcalde y Concejales durante el primer trimestre del año 2011.
SITUACION ACTUAL
Perdimos las elecciones Presidenciales, tenemos un importante número de Concejales, Consejeros Regionales, Alcaldes, 5 diputados y un Senador.
Esa es la fuerza política del Partido Radical hoy.
Algunos dirán que es disminuida, que es la peor de muchos años del PR, que esto es consecuencia de una serie de errores. Puede ser una crítica razonable, pero que no comparto en su totalidad.
¿Qué ha ganado el Partido en estos años?
Desde nuestro punto de vista, hemos ganado credibilidad pública, seriedad en su trabajo político y respetabilidad al interior y exterior de la Concertación.
Rompimos con el estigma de “díganme donde hay, porque ahí quiero estar”. Rompimos con el estigma del Partido chico, el partido de bolsillo que se tranquilizaba y contentaba con unos cargos en el gobierno de turno.
Rompimos con el estigma de que no teníamos futuro. Es verdad que no tenemos la fuerza que esperábamos tener, es verdad que estamos disminuidos en algunos aspectos políticos, Pero correligionarios, la situación política hoy es diametralmente diferente a la que hemos vivido siempre después de las elecciones, más aún con un Gobierno al que adversamos.
Ahora somos OPOSICIÓN, ahora nos toca estar al otro lado del camino y nos toca entonces pensar en el futuro.
¿Cuál es nuestro norte entonces?
Para algunos será el de “llegar a componendas” al interior de la Concertación, asegurarnos algunos cupos para el futuro parlamentario y que el Partido siga siendo pequeño.
Es aquí donde quiero manifestarles a todos los radicales que en mi opinión esta es la gran oportunidad del radicalismo para ser el PARTIDO GRANDE, EL PARTIDO DE LAS IDEAS, EL PARTIDO QUE MIRA HACIA EL FUTURO, EL PARTIDO QUE CREE TENER LAS VIRTUDES Y LA FUERZA PARA ESTAR EN LA PRIMERA DIVISIÓN.
Este es el momento de inflexión del radicalismo. Hemos planteado al interior de la coalición que la sociedad chilena nos ha demostrado que nuestros parámetros estaban equivocados. Que lo que dábamos por hecho no es tal. Que nuestra mirada política y el constante reparto interno no es el camino. Por eso hemos planteado dos cosas que me parecen relevantes en materia política en la coalición:
1ª Hoy en la oposición somos cuatro Partidos y todos iguales.
2ª Que la única manera de resolver el futuro de las colectividades en el ámbito electoral son las primarias para los cargos a Alcaldes, Parlamentarios y Presidenciales.
Esta es una postura radical. Con esto le estamos diciendo a nuestros socios que no vamos a permitir que nos cuenten sólo como el 10% de la Concertación, sino que somos cuatro Partidos y pesamos lo mismo en las actuales circunstancias, por lo que vamos a disputar nuestro espacio electoral en todos los lugares en que tengamos capacidad de elegibilidad.
Se acabó el principio de que el “que tiene mantiene”.
Este principio integrado a las negociaciones de la Concertación es el que nos ha impedido crecer.
Nuestra representación de Alcaldes es de comunas pequeñas porque no nos permiten levantar candidatos en las grandes, porque el alcalde de hoy es de algún Partido y eso no se discute. Esa lógica ya no existe. HOY SOMOS TODOS IGUALES Y TENEMOS IGUALES DERECHOS.
El pasado 5 de octubre se acordó al interior de la Concertación primarias abiertas para todos los cargos de elección popular.
PROPUESTA DE FUTURO.
Insisto en que me hago cargo de todas las falencias y todos los errores, pero creo que el futuro de nuestro Partido es grande y la forma de afrontarlo sólo depende de nosotros. NADIE NOS VA A REGALAR NADA Lo que logremos será por nuestro esfuerzo y trabajo.
Siempre los radicales enfrentamos momentos adversos y éste es quizás el más difícil de todos. Enfrentar a un Gobierno que cuenta con todos los medios a su favor. Sin embargo, los principales desafíos que enfrentamos son:
1. Perfilar a nuestro Partido con ideas y principios claros dentro de una oposición que aunque se encuentra dispersa, es nuestro domicilio.
2. Ser puentes para el ingreso de nuevas fuerzas políticas que se han organizado en la Sociedad.
3. Estructurarnos orgánicamente desde las comunas y Regiones hasta lo nacional. Nuestro primer combate electoral es también el más decisivo para nuestra colectividad. Vienen elecciones Municipales y debemos tener candidatos, con elegibilidad, en todas las comunas del País. Tenemos que convocar liderazgos que nos permitan competir en primarias por alcaldías que sean de primer nivel. Nuestro camino en estas elecciones es llegar a una votación superior al 7%. 4 Nuestros candidatos a Alcaldes y Concejales deben estar decididos, instalados y trabajando a más tardar el primer trimestre del año que viene. Tenemos que destinar recursos a propaganda que entregaremos a cada uno de los candidatos a partir del próximo año y contratar radios en Regiones que permitan darse a conocer a tiempo.
5. Estructurar una orgánica partidaria que de cuenta de las necesidades del Partido y que tenga como misión el trabajo colectivo en el logro de los objetivos planteados.
6. Elegir los candidatos a parlamentarios en la misma fecha anterior. Hacerlos cargo de cada uno de los distritos. Darles como tarea, junto con el Regional, el dirigir y colaborar en el trabajo electoral de sus comunas para que sean coparticipes de los éxitos o fracasos de los candidatos elegidos en su distrito. En una palabra: se empieza a trabajar desde este año. Los resultados electorales municipales serán determinantes en su posible nominación como candidatos a parlamentarios.
7. Se acabó el amiguismo. Quien quiera ser candidato tiene que demostrar sus logros en las elecciones municipales y tiene que demostrar su trabajo partidario.
8. El Partido Radical no puede quedar fuera de la definición de las candidaturas a las primarias Presidenciales que debe realizar la Concertación. No estar y no tener candidato es entregar a los aliados el liderazgo de nuestro sector.
¿Quién será nuestro representante en las primarias? Será decisión de la militancia. Este no es el problema ni es lo fundamental. Para aspirar a ello tenemos que tener ideas y planteamientos que la ciudadanía crea y respete.
Estas son las ideas que propongo para este nuevo período Presidencial del Partido Radical. Para ello es necesario convocar a un trabajo unitario al interior de nuestra colectividad, en el cual los intereses particulares deben quedar supeditados a los intereses colectivos del Partido.
Al crecimiento global de nuestra colectividad y no a las decisiones personales que contaminan el desarrollo de nuestro Partido.
Fraternalmente,
JOSE ANTONIO GOMEZ
Senador
Presidente Nacional P.R.S.D